De origen medieval, la Feria de las Cantarinhas tiene lugar los primeros días de mayo y su principal característica es la venta de cántaros de barro.
El cántaro de barro, que solía usarse en el campo para acompañar a los trabajadores con agua fresca, ahora también se usa para decorar las casas de la región de Trás-os-Montes. Los mayores dicen que ellos traen suerte a quienes los reciben.