Se celebra los días 8 y 9 de septiembre en una preciosa carballeira junto a un pequeño santuario, motivo de peregrinación. Siguiendo la tradición, los sarrianos se desplazan a pie por empinados caminos hasta la ermita. En el Campo da Virxe se reúnen para comer bajo la sombra de los robles. Las pulperías sarrianas no faltan en este evento.