La historia del municipio de Esposende (unidad administrativa) comienza en 1572, cuando D. Sebastião le otorga la Carta Real. Sin embargo, la manifestación humana más antigua del municipio se remonta al Paleolítico. A partir del IV milenio a.C. surgieron otros pueblos, organizados en comunidades más estables. A mediados de la Edad del Hierro, la gente se instaló en la cima de las montañas y construyó allí sus aldeas fortificadas. La medievalidad está representada en los restos vinculados, sobre todo, al enterramiento.
Los siglos siguientes fueron de continuo trabajo y nos legaron innumerables testimonios físicos. Capillas e iglesias, mansiones y casas de campo, fortalezas, barcos y artes marítimas, fiestas y romerías son el patrimonio colectivo de un pueblo que supo contribuir al crecimiento de Esposende.
Además de las características únicas de sus comunidades agropescadoras en la costa, existen comunidades rurales en el interior.
Esposende tiene una grandeza patrimonial y paisajística única, que se revela en la arquitectura de los lugares y en los usos y costumbres tradicionales.