El 2 de junio de 1923 se inaugura el Elevador de Santa Luzia. Venciendo un desnivel de 160 metros, con entre seis y siete minutos, el viaje en el Eevador de Santa Luzia es el más largo de todos los funiculares del país, con sus 650 metros, teniendo más del doble de distancia del siguiente en la lista, el de Nazaré (con 310 metros), seguidos por los de Lisboa con el de a Bica (283 metros), el de la Glória (276 metros) el de Lavra (188 metros) y en Braga, el del Bom Jesus, con apenas 274 metros.

La capacidad es de 24 pasajeros, once sentados y trece de pie y, si se reduce el número de estos, puede transportar personas en silla de ruedas, carritos de bebés y dos bicicletas.