La construcción de este puente en tiempos de los romanos fue todo un hito en la historia de Ourense, ligado directamente a sus orígenes. Era un paso estratégico, el único en muchos kilómetros para salvar el río Miño. Reconstruido en el siglo XIII (de ahí sus arcos apuntados, llamativos por su altura) y consolidado en el siglo XVII, fue declarado monumento histórico-artístico en el año 1961, junto con la próxima Capilla de los Remedios. Sobre él discurre el Camino Mozárabe – Vía de la Plata a Santiago de Compostela.
Según la tradición, data de la época de Trajano. No obstante sus características constructivas lo acercan al tiempo de Augusto. Del primer puente romano solo se conservan, como mudos testigos del pasado, algunos sillares almohadillados de las bases.
La primera reconstrucción de la que tenemos constancia (1228-1229) fue patrocinada por el obispo Don Lorenzo con el apoyo del rey Fernando III. Es entonces cuando se le da el perfil actual con el arco apuntado y las rampas en ascenso, aunque la mala cimentación volverá a provocar su ruina. La solución definitiva para su consolidación se hace esperar hasta el siglo XVII, obra de Melchor de Velasco. Tuvo también una torre (que aparece en el escudo de la ciudad) que fue demolida en el siglo XIX. Unida al antiguo puente, con el que forma monumento histórico-artístico, se encuentra la ermita de Os Remedios (s. XVI).