En el municipio de Bragança, en el pueblo de Parada de Infanções, encontramos el único vino producido en la zona (Do Joa).
Las viñas son centenarias, muchas pre filoxéricas y resistentes a la filoxera, de pie franco, con más de 130 años, donde abundan unas 20 variedades distintas. Debido a la antigüedad de la viña y a los procesos tradicionales de injerto y esqueje, es posible encontrar diferentes variedades en una única cepa, lo que hace que el proceso vitivinícola sea aún más interesante y el resultado final un producto distintivo, con una complejidad peculiar y muy curiosa.
Los terrenos son pizarrosos, a 800 metros de altura, y cuentan con un clima con grandes amplitudes térmicas durante la fase de maduración de la uva, lo que favorece la presencia de elevados compuestos fenólicos.