La más joven de las D.O.
Se localiza en el sur de la provincia, cerca de la frontera con Portugal, extendiéndose por el valle del río Támega.
Aquí se cultiva preferentemente uva blanca godello y tinta mencía, en una superficie de algo menos de 500 hectáreas que produce dos millones de litros al año.
Los restos arqueológicos hallados en la comarca, tales como prensas, lagares excavados en roca y vasijas de origen romano, evidencian la participación de estos últimos en la introducción de la vitivinicultura en Monterrei.
Desde finales del siglo IX, el cultivo de la vid se expande por toda la comarca de mano de las órdenes religiosas, al ser utilizado el vino como tributo para el pago a los monasterios y señores feudales.
El territorio de la Denominación de Origen Monterrei pertenece a la cuenca del río Duero, puesto que en él desemboca el río Támega, que cruza la región de la denominación de norte a sur. Tiene un clima mediterráneo templado con tendencia continental, influenciado por el océano atlántico. Sus veranos son calurosos y secos mientras que sus inviernos son fríos. La zona presenta unas considerables oscilaciones térmicas, de hasta 20º durante la época de maduración.
En la comarca de Monterrei están presentes tres tipos de suelos: Pizarrosos y esquistosos, idóneos durante las épocas de sequía, que proporcionan aromas en los vinos tintos. Graníticos y Arenosos: provenientes de la degradación de las rocas graníticas, presentan pH bajos, adecuados para vinos blancos. Sedimentarios: complejos debido a la mezcla de materiales.
Ruta del Vino de Monterrei
El que recorra la Ruta do Viño Monterrei descubrirá un paisaje distinto, un camino bañado por los colores del vino, enriquecido por su historia, gastronomía y, sobre todo, por la amable hospitalidad de sus gentes.
La Ruta del Vino Monterrei se encuentra en una comarca con gran riqueza cultural, en la que emergen monumentos como el Castillo de Monterrei, la acrópolis más grande de la comunidad y donde se imprimió el primer incunable gallego, la iglesia prerrománica de Mixós, iglesia y claustro de la Merced (que alberga el Museo Claustro Mercedario, que cuenta un área específico de la D.O. Monterrei), Casa de los Acevedo (que acogió un encuentro entre el Felipe El Hermoso y el Cardenal Cisneros), plaza de José García Barbón (histórico mecenas y filántropo de la villa) o la Casa del Escudo (datada en el año 1737), entre otros.
Tampoco se puede obviar un recurso vinculado estrictamente con la viticultura, y que es la Ruta de los Lagares Rupestres situada en Oímbra. Es el municipio de Galicia que posee más lagares rupestres documentados, y esta ruta además de descubrir espectaculares paisajes, permite conocer diferentes modelos de lagares (uno de ellos restaurados como es el Xan Preto) y la bodega-lagar das Barrocas.
La Ruta do Viño Monterrei acoge una gran variedad de lugares dignos de ser visitados y recordados. La naturaleza es espectacular, como muestran el Parque Natural do Invernadeiro (del que el municipio de Castrelo do Val es su puerta de entrada), la cascada de la Cidadella (Vilardevós), Pozo do Demo (Verín), las rutas ornitológicas por la Ecovía del río Támega, los soutos de castaños centenarios en Riós, o los manantiales de agua mineromedicinales (Cabreiroá, Sousas, Fontenova, Caldeliñas y Fonte do Sapo), que forman parte de la Ruta Termal y del Agua – Itinerario cultural Europeo. Sin olvidarnos, del paso por el territorio de dos variantes del Camino de Santiago: el camino sudeste de la Vía de la Prata (procedente de Zamora) y el Camino Interior Portugués (desde Chaves -Portugal-).
Todo un patrimonio natural, artístico y cultural a lo que se debe unir la gastronomía de la zona, con productos como el pimiento (IXP Pemento de Oímbra), setas y castañas (con celebración propia en Riós), bacalao, empanadas, cabrito, derivados del cerdo (Fiesta del Chorizo en Ábedes -Verín-), y dulces como las bicas, lenguas de obispo o tarta del Cigarrón. Una tarta que lleva el nombre de la figura del Carnaval de Verín, declarado Fiesta de Interés Turístico Nacional en el año 2009.
Todo aquel que visite Monterrei sentirá que está en una tierra diferente, con caminos centenarios, rutas de peregrinación, arquitectura popular, montes interminables, naturaleza agreste y, sobre todo, vino, buen vino.