A inicios de 1847, nació una visión extraordinaria: un remanso de deleite público, trazado a orillas del río Tua.
Así nació un sueño que fue tomando forma con el tiempo, como una historia en capítulos, cada etapa un paso hacia la realización. Las aguas del río Tua, testigos silenciosos, han visto nacer un espacio de alegría y ocio, donde los recuerdos y las risas se entrelazan con la brisa del tiempo.
Su creación se remonta a mediados del siglo XIX, con la construcción del paseo de la Alameda do Cardal, que se extendía a lo largo de la orilla izquierda del río Tua.
A lo largo de los años, el parque se fue ampliando y remodelando, hasta alcanzar su configuración actual en la década de 1950.
En 1991/92, el Parque del Imperio fue remodelado, con la revisión y redefinición del circuito del paseo, el aumento de las zonas ajardinadas y la introducción de nuevos elementos, como el anfiteatro, la fuente luminosa y las esculturas de bronce «Bailarinas» (1964), de Hélder Batista y António Paiva, y «Princesa do Tua» (1991), de José Lamas.