El origen de esta receta, que parece pasar desapercibida para los paladares más desatentos, puede estar en un hombre de Braga que emigró a Brasil y comenzó a preparar en su restaurante un plato muy común en tierras lusitanas: el arroz con pato. Como el pato no hacía justicia al paladar brasileño, lo sustituyó por pollo y chorizo ​​y de ahí surgió la receta que cambiaría su negocio.

No podemos decir que esta receta sea la original, pues es más probable que se haya inspirado en alguna otra costumbre de la cocina lusitana, como el hecho de que las familias portuguesas utilicen los restos de carne del cocido portugués para preparar un risotto, al que solo tienen que añadir algunas verduras.