La Estación Arqueológica Alto da Fonte do Milho – Monumento Nacional – está situada en un espolón que domina el valle del río Duero.

Los vestigios de ocupación se remontan al período comprendido entre el siglo I d.C. y los siglos IV/V d.C. Presenta un sistema defensivo formado por dos líneas de murallas, construidas en esquisto, con el respectivo acceso situado al SO, característica que, en su conjunto, le ha dado el nombre general de castellum o villa fortificada .

Las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo por Russell Cortez revelaron la existencia de unas dependencias originalmente dedicadas a la actividad agrícola, entre las que destaca la presencia de un lagar -o torcularium- para vino o aceite de oliva, lo que parece atestiguar la importancia atribuida a la cultivo y producción de vino. En la parte habitable de la villa se encontraron varios mosaicos policromados, decorados con figuras de peces, que cubrían una bañera de aproximadamente un metro de profundidad.