Desde que en 1698 se creó la Cofradía de San Roque, han pasado más de 300 años. Tiempo más que suficiente para que los descendientes de aquellos que organizaron las primeras fiestas patronales fueran capaces de perfeccionarlas hasta lograr, como así lo hicieron en 2006, que fueran reconocidas como “de interés turístico nacional”.
En efecto, hoy son pocas las personas que no han oído hablar de la famosísima Fiesta del Agua, que se celebra cada 16 agosto. Con su pregonero, sus camiones de bomberos y sus más sui generis artilugios para mojar al prójimo, la fiesta del agua comienza cuando el santo se recoge en su capilla, en torno a las doce de la mañana, y acaba no antes de las cuatro de la tarde, tiempo más que suficiente para dejar todo, y a todos, pasados por agua.
Pero San Roque es más, el propio traslado del santo desde la iglesia parroquial a la capilla, conciertos gratuitos, normalmente en el parque de A Xunqueira, donde también hay una feria de artesanía. Un festival internacional de clown, el Festiclown, una semana de cine, el Festival Revenidas, espectáculo do Combate Naval, la fiesta de la reconocida Almeja de Carril y la Noite das Meigas.