El castaño es uno de los emblemas del paisaje de Bragança, especialmente durante su período de floración.

La castaña ha sido históricamente un producto siempre presente en la comida regional. Las variedades más importantes son la Longal, Judia, Boaventura, Cota, entre otras.
Si la castaña fue en el pasado un producto complementario en la cocina, actualmente asistimos a un movimiento hacia el uso de la castaña, especialmente en confitería y pastelería. La castaña ayuda a que la sopa tenga una mejor consistencia y es un acompañamiento de suceso con todas las carnes y caza. La castaña siempre ha sido y es aglutinante de conversaciones, se come en la calle y se asa en los fogones o sobre las tradicionales hogueras de las fiestas. Realmente hay una nueva dinámica para el consumo de castaña. Hoy en
día es posible encontrarlas en pasta, harina o precocidas peladas. Siempre listas para consumir, siempre apetecibles.