Los hermosos paisajes de este territorio, candidato a Patrimonio Mundial de la Humanidad, están desde antiguo consagrados a la producción del vino. En las empínadísimas terrazas de los ríos Miño y Sil es común encontrar numerosos viñedos que, por su disposición constituyen un atractivo turístico en sí mismo. Aquí la geografía obliga a un proceso de recolección prácticamente artesanal y dificultoso que se ha ganado el título de viticultura heroica. La orientación de los cañones favorece su maduración, dotando a estos vinos, de un cuerpo marcado.
Ribeira Sacra es una denominación de origen catalogada como viticultura de montaña ya que cumple las condiciones establecidas por el organismo del CERVIM: los vinos elaborados a partir de uvas procedentes de viñedos que presentan dificultades estructurales permanentes
El vino es la seña de identidad de Ribeira Sacra. La producción de esta bebida, así como el cultivo de la vid, fue introducida por los colonizadores romanos en estas tierras hace más de dos mil años. Posteriormente fueron los monjes cristianos quienes tomaron el relevo de esta actividad y en la actualidad su producción sigue siendo el motor económico de la comarca.
La Denominación de Origen Ribeira Sacra se creó en el año 1997 y posee una superficie de más de 1500 hectáreas dedicadas a viñedos, lo que supone más del 5 % del total del suelo gallego destinado a la producción de vino. Ribeira Sacra se divide en cinco subzonas de cultivo: Chantada, Ribeira do Miño, Amandi, Ribeira do Sil y Quiroga Bibei.
En la elaboración del vino destacan las variedades de mencía, brancellao y merenzao para los tintos y uva godello, albariño y treixadura para caldos blancos. Son fundamentalmente vinos jóvenes, aunque se producen también tintos de crianza.
Ruta del Vino de la Ribeira Sacra
A través de la Ruta del Vino de la Ribeira Sacra, los amantes del vino tienen en Ribeira Sacra un paraíso del que sacar mucho provecho, ya que pueden realizar visitas guiadas a bodegas, hacer catas de vinos y aprender acerca de la producción de los caldos.
Conocerás aldeas perdidas en el tiempo, pequeñas bodegas llenas de encanto y bodegas, más grandes, con la última tecnología en vinificación. Catarás vinos auténticos elaborados con toda la atención del bodeguero y vinos experimentales que suponen un reto para el elaborador. Pasarás noches en alojamientos de ensueño. Comerás en restaurantes donde, aunque no lo creas, no cocinan ni tu madre ni tu abuela y otros en los que la innovación también es una opción en la carta. Surcarás ríos bajo el vuelo de las águilas. Darás paseos entre las nieblas de primera hora que dejan residuos de magia en las aguas a media mañana. Te dejarás guiar por el sonido de los pájaros y confirmarás que esta ribera tiene algo de sagrada.
A través de la Ruta del Vino de la Ribeira Sacra podrás descubrir toda una selección de establecimientos tematizados que apoyan su actividad en la tradición vinícola de la región.
La Ruta del Vino Ribeira Sacra ofrece distintas formas de descubrir un territorio único a través de los establecimientos asociados. Visitando bodegas, museos y centros de interpretación; disfrutando de alojamientos y restaurantes, de una amplia red de miradores y un importante conjunto de iglesias y monasterios del Románico; de paseos a pie, en bicicleta y por río para disfrutar de un paisaje vitivinícola extraordinario.