El dulce por antonomasia de Compostela es la Tarta de Santiago, cuyos orígenes se pierden en el tiempo, ya que la primera referencia a la misma data del año 1577, incluida en un texto sobre las comidas que los estudiantes de la Universidad daban a los profesores con motivo de su graduación. La receta de la tarta no aparecería publicada hasta muchos años después. Por primera vez aparece en un manuscrito inédito de 1835. La genuina Tarta de Santiago se compone únicamente de almendras (como mínimo el 33 por ciento del peso total), azúcar (mínimo 33 por ciento) y huevos (mínimo 25 por ciento). También podrá contener ralladura de limón, vino dulce, aguardiente, brandy y otros espirituosos, así como azúcar molido en la cobertura. No contendrá harina.
Para más información, le propondremos una ruta gastronómica en la ciudad:
Ruta Gastronómica