Se encuentra situada en el extremo noreste de Portugal, en una zona de excelencia ambiental declarada, por la Unesco, como Reserva de la Biosfera Transfronteriza de la Meseta Ibérica. Como marca del paisaje urbano aparece el castillo, cuya muralla dibuja una peculiar silueta cordiforme.
También se encuentran aquí otros Monumentos Nacionales: la notable Domus Municipalis y la picota. Según la tradición, el Infante D. Pedro y su amante D. Inês de Castro, protagonistas de la más trágica historia de amor portuguesa, se casaron aquí en secreto.
Fundada en el siglo XVII. XV, la Casa de Bragança alcanzó el trono en 1640, protagonizando la última y más larga dinastía reinante en Portugal.
Haciendo uso de espacios y equipamientos municipales modernos y atractivos, Bragança honra a su gente y tradiciones en un programa cultural extenso y diverso. En el camino hacia la sostenibilidad, se considera una ecociudad, incluida la red de ciudades inteligentes.
Parte integral del Reino Maravilloso de Miguel Torga, su lema es “¡Bragança, un territorio por conquistar!”