La fiesta mayor del municipio, en honor de Nuestra Señora de Antime, se conoce desde la primera mitad del siglo XVIII.
Más de tres siglos después, el punto culminante de las Fiestas siguen siendo las majestuosas procesiones, que hoy incorporan las procesiones de las Damas de la Misericordia y de los Dolores, concretamente de Antime y de Fafe.
Cuenta la leyenda que la imagen de la Virgen apareció en el Monte de São Jorge, vecino de las parroquias de Fafe y Antime, cuyas gentes, disputándose la posesión de la Señora, cargaron la imagen en un carro tirado por bueyes que, sin gobierno, se dirigió hacia Antime, donde se construyó un templo consagrado a Nuestra Señora de la Merced. Descontentos con el resultado, los habitantes de Fafe clamaron por la visita anual de la Señora, comprometiéndose a devolverla el mismo día, antes de la puesta del sol.
Invariablemente, cada segundo domingo de julio, muchos miles de fafianos y extranjeros siguen las procesiones de la Señora de Antime y asisten a un amplio abanico de actos culturales y lúdicos para todos los gustos, que culminan con una vistosa y concurrida Marcha Luminosa, reflejo de las fuerzas vivas de Fafe.
La fiesta es también tiempo de reencuentros con familiares y amigos, que se reúnen en torno a la mesa y saborean manjares locales, tradicionalmente cordero asado.
Durante cuatro días, lo religioso y lo profano se unen en una simbiosis perfecta que nos llena el corazón.