Junto al río Duero, todavía hoy funciona el astillero  de barcos Rabelos, construyendo y reparando estas embarcaciones reconocidas mundialmente como símbolo de la región, antaño utilizadas para transportar toneles de vino de Oporto, ahora adaptadas para recorridos turísticos, las inolvidables rutas de los puentes o más hacia el interior hasta el Duero, donde crecen los viñedos. Los barcos Rabelos, con el casco de tablas agrietadas, son herederos del método de construcción nórdico, vikingo, que también influyó en la región. El astillero se encuentra actualmente en la quinta generación de propietarios desde finales del siglo XIX. De hecho, el astillero constituye en sí mismo un verdadero museo vivo, que une tradición, presente y futuro.