Más de un centenar de figuras de barro cocido configuran el curioso Belén de Baltar. Es quizás uno de los más hermosos de Galicia, tanto por su composición como la temática: una fotografía del Ourense de otro tiempo. Más allá de la temática religiosa, aquí encontramos los juegos de la plaza, el fotógrafo ambulante, las labores del campo, la taberna, el horno, los habitantes de los caminos…
Todas las figuras son obra del artista Arturo Baltar, quien en 1967 lo comienza por encargo de la Asociación de Belenistas de la ciudad. Lo que en un principio era solo la escena tradicional del nacimiento fue creciendo año tras año con nuevos elementos, hasta que en 1980 se decide restaurar la capilla de San Cosme y San Damián para acogerlo de forma permanente. El conjunto, que se completa con obras murales de Xaime Quessada y frisos de Virxilio, es arte ourensano en estado puro.