Espacio donde antiguamente atracaban buques de carga para cargar toneles y cajones con botellas de Vino de Porto y hoy recibe barcos hoteleros, embarcaciones turísticas y de recreo, está dedicado al ocio, albergando una variada oferta en cuanto a restauración y establecimientos de ocio que invitan a momentos de disfrute y relajación.
Desde el muelle vale la pena tomar el teleférico hasta la zona elevada, junto al Jardim do Morro, que permite contemplar todo el casco histórico de Gaia y Porto y todos los aspectos considerados Patrimonio de la Humanidad, la inmensidad de los tejados de las Empresas de vino de Porto, todo el bullicio junto al río. Los cruceros por el Duero también son imprescindibles.