En el corazón del Casco Antiguo, en la ciudad de Vila Real, la pequeña capilla de São Brás es el templo más antiguo y el que mejor ilustra la historia temprana de la localidad. Su construcción se remonta a las décadas que siguieron a la fundación de la ciudad, que tuvo lugar el 4 de enero de 1289, por orden de D. Dinis.

Desde el punto de vista artístico, la capilla da fe de los modestos recursos con los que contó la comunidad en estos primeros años, pero está catalogada como monumento nacional por su importancia histórica.

El interior, de planta cuadrangular, se transforma en una capilla funeraria, repleta de arcosolios, donde fueron enterrados algunos de los hombres más importantes de la ciudad bajomedieval. La tumba más importante que se conserva aquí es la de João Teixeira de Macedo, del Consejo Real, que se distinguió al servicio de D. Afonso V, en el norte de África.

Adjunta a la Capilla de São Brás se encuentra la Iglesia de São Dinis, construida en el siglo XIV.