El siglo XVIII fue testigo de su creación a manos de Jacinto Borges Mena y Catarina Lopes de Araújo que, además de ser grandes terratenientes, extendieron la prosperidad por Mirandela, empleando sirvientes y trabajadores dedicados a la construcción de esta joya arquitectónica.
Viaje en el tiempo para explorar la casa y la capilla donde la maestría del granito trabajado evoca el lenguaje artístico que desvela su grandiosa historia.