El Castro de Alobre es uno de los más importantes yacimientos arqueológicos del noroeste peninsular. Se halla en la parte alta de un promontorio conocido como O Montiño y al pie del mar, en una ensenada bien protegida. A esta posición estratégica une su carácter urbano, lo que le diferencia también de otros muchos yacimientos característicos del final de la Edad del Bronce.
Alobre es, además, la cuna de la actual Vilagarcía de Arousa. De hecho, el barrio fundacional, situado a muy corta distancia, aún hoy se sigue llamando O Castro. El recinto tiene dos accesos principales. Uno, desde la calle Vistalegre, a través de una escalera y una rampa situadas justo después de atravesar el arco-puente que une el pazo y el convento de Vistalegre. Y otro, desde el parque botánico Valdés Bermejo, conocido desde antiguo como O Castriño, lo que inequívocamente relacionada las dos zonas, el parque y el castro.
Alobre está actualmente en proceso de musealización, después de varias campañas de excavación en las que se registraron más de 20.000 hallazgos, algunos de alto valor histórico, etnográfico y artístico que confirmaron, como era previsible, la importancia estratégica y comercial de este asentamiento, origen de la ciudad actual. Según los investigadores, Alobre estuvo ocupado entre los siglos I a.C. y III d.C, alcanzando su máximo apogeo durante el imperio de Augusto y la dinastía Julio-Claudia.