El casco histórico, la parte más antigua de la ciudad de Oporto, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1996. Es testigo de los orígenes medievales de la ciudad, en un conjunto urbano que presenta una imagen de rara belleza.

Paseando por las calles típicas de esta zona, se encuentra con un monumento de valor incuestionable, la reconocida hospitalidad de los habitantes de la ciudad y un panorama impresionante de las casas y del río Duero.

La gastronomía, la artesanía y el comercio ofrecen un amplio abanico de opciones, desde una oferta tradicional, sustentada en un pasado de gran relevancia histórica, hasta los retos más atrevidos de los jóvenes creadores de la ciudad.

Descubrir el centro histórico se puede hacer de muchas maneras y desde aquí hay múltiples rutas que llevan al resto de la ciudad. La elección es suya, ¡y la ciudad también!