El Convento fue fundado por los VII Condes de Lemos, Don Pedro Fernández de Castro y Doña Catalina de la Cerda y Sandoval en 1622.

Las encargadas de este Convento son las Clarisas, maestras del bordado y excelentes reposteras y licoreras.

Por ser un convento de clausura, la mayoría de sus dependencias no son visitables. Las únicas estancias abiertas al visitante son el Museo de Arte Sacro y la iglesia en horario de culto. La iglesia actual es una ampliación de la original realizada en el siglo XX y presenta una buena talla de cantería y detalles góticos en puertas y ventanas, así como en la configuración del orden presbiterio.

El Museo de Arte Sacro de las Clarisas es uno de los más importantes de España en Arte Sacro. Fue inaugurado en 1977 tras la reforma de las dependencias que antiguamente ocupaba la enfermería del convento.  En las paredes del museo aún se pueden ver los armarios en los que se guardaban las medicinas, sábanas y otros instrumentos necesarios.

Muchas de las piezas que alberga el Convento fueron traídas por los VII Condes de Lemos desde su virreinato en Nápoles a principios del siglo XVII. Posteriormente, miembros de la familia agregaron otras piezas. Sus cinco salas contienen magníficas obras de escultura, pintura, marfil, textiles y platería. Las más destacadas son del taller del escultor Gregorio Fernández, concretamente la Inmaculada Concepción y el Cristo Yacente.