El Buque Hospital Gil Eannes, construido en Viana do Castelo en los Astilleros de Viana do Castelo, inició su actividad como hospital en 1955, apoyando durante décadas a la flota portuguesa de bacalao que operaba en las orillas de Terranova y Groenlandia. Cuando se desactivó la flota de bacalao, se pudrió en los muelles de Lisboa durante muchos años.

En 1998, la Fundación Gil Eannes, FP, considerándolo patrimonio cultural y afectivo de la ciudad, lo rescató del basurero por unos 250 mil euros, tras una campaña sin precedentes que implicó a todos los estratos sociales de Viana.

El 31 de enero de 1998 fue recibido festivamente en Foz do Lima, donde, después de ser limpiado y restaurado, fue abierto al público, asumiendo como un polo de atractivo para Viana do Castelo.

La reconversión lo transformó en un espacio museístico, integrando salas de exposiciones, una sala de reuniones y una tienda de souvenirs.