En un entorno periurbano, en un llano, aislada, separada por un cementerio ajardinado y amurallado, con una cruz, y acceso mediante escaleras, se levanta la Iglesia de Santa María de Silva Escura, construida entre los siglos XVII y XVIII.

De planta longitudinal, se compone de nave y cabecera rectangular, campanario cuadrangular a lo largo de la fachada principal, con la sacristía también adosada y marcando un cuerpo ligeramente destacado en la fachada. Tiene un órgano barroco sobre una base pintada de azul, altares laterales colocados simétricamente, y un púlpito en el lado de la Epístola. En los años 60 se sustituye el suelo y se instala el panel de azulejos; y en 1997 se sustituye el coro alto y se fijan los paneles de azulejos figurativos en la capilla mayor.