La Iglesia Parroquial de Barcelos, dedicada a Santa María Mayor, es un monumento que mantiene su robustez medieval en su apariencia, embellecida por elementos decorativos y arquitectónicos que revelan la imposición del estilo gótico sobre una estructura románica. Su construcción se inició en la segunda mitad del siglo XIV por iniciativa de D. Pedro, III Conde de Barcelos, cuyas armas están grabadas en las arquivoltas de la portada principal.

En el interior, los históricos capiteles románicos afirman la atmósfera medieval, contrastando con los paneles de azulejos de 1721, que presentan escenas de la vida de Nuestra Señora. En las distintas capillas laterales destaca la decoración barroca, en particular los altares dorados. En la capilla mayor se conservan unas pinturas manieristas que representan la Anunciación y la Adoración de los Pastores. La iglesia es uno de los máximos exponentes de la arquitectura románica del norte del país y sufrió importantes transformaciones a lo largo de los siglos XV al XVIII. En el siglo XX se restauró el rosetón y en el lado sur de la fachada se encuentra un campanario que data del siglo XVIII. Está clasificado como Monumento Nacional desde 1927.