Obra atribuida a Nicolau Nasoni. De rasgos típicamente barrocos, el interior muestra azulejos que representan escenas de la vida de San Pedro y San Pablo, y el retablo de la capilla mayor es de talla renacentista, de principios del siglo XVII. En la parte superior del frente, San Pedro está flanqueado por dos arcángeles: uno sosteniendo la cruz papal y el otro sosteniendo las llaves que simbolizan las “llaves del cielo”.