De origen barroco, la Iglesia de São Pedro fue construida en 1528 por voluntad de D. Pedro de Castro, Abad de Mouçós, que tiene allí una tumba, en 1692. Domingos Botelho da Fonseca, noble de la Casa Real, que también yace allí, dió órdenes de cubrir con azulejos la capilla mayor. Destaca la riqueza de la talla y el artesonado. Con una portada profusamente decorada, este templo es uno de los mejores ejemplos religiosos del estilo barroco en Vila Real, siendo la única iglesia con dos campanarios de Vila Real.