Es una iglesia de estilo barroco.
La fachada, con elementos manieristas, es el primer edificio barroco de Braga. Parecida a un retablo, la armoniosa fachada, decorada con elementos claramente barrocos, ha sido atribuida a Fray Luís de S. José, el mismo que diseñó la fachada de la Iglesia del Monasterio de Alcobaça. Remata la fachada la imagen del patrón, San Vicente, oculta en una hornacina.
Corona la fachada una cruz papal que recuerda los privilegios e indulgencias que el Papa Clemente VIII concedió a esta iglesia hacia 1598, en tiempos del arzobispo Agostinho de Jesus. El gran maestro de obras de Braga, Manuel Fernandes da Silva, trabajó en esta fachada, que no se terminó hasta 1717.
En el interior destacan el coro, atribuido a Carlos Amarante, el órgano, construido por el maestro organero Francisco António Solha en 1769, y los paneles de azulejos, de 1873, producidos por la Fábrica de Cerâmica das Devesas.
En las paredes hay dos grandes lienzos de Carlos António Leoni que ilustran el martirio de San Vicente.