La “Justicia de Fafe” es uno de los mayores, aunque controvertidos,  símbolos de referencia de Fafe. Se trata, para muchos, del auténtico “ex-libris”.

El monumento a la Justicia en Fafe fue inaugurado a las 11 horas del 23 de agosto de 1981, en la parte de atrás del Palacio de Justicia.

El símbolo de la “Justicia” está basado en una famosa leyenda, con diferentes versiones, testimonios que pasan de generación en generación, claramente resultado del imaginario popular.

La versión más difundida y propagandizada desde principios de este siglo fue objeto de un largo poema de Inocêncio Carneiro de Sá, el conocido “Barão de Espalha Brasas”, que transcribimos a continuación. Habla de un episodio grabado en el siglo pasado y protagonizado por el vizconde de Moreira de Rei, político influyente en el municipio y hombre de bien, pero que no se lleva los insultos a casa. Diputado a las Cortes, llegó tarde a una sesión de ese organismo monárquico, en la que fue duramente censurado por un “tal Marqués”, también diputado, que llegó a llamarlo “perro tiñoso”. Nuestro vizconde fingió no oír el insulto y se mostró tranquilo durante la sesión pero, al final de la misma, interrogó al petulante marqués, reprendiéndole por las palabras descorteses que le había dirigido. En lugar de disculparse, le arrojó provocativamente los guantes a la cara. En aquella época, los conflictos se resolvían en duelos, que se hicieron inevitables. La parte ofendida era la encargada de elegir las armas. Y cuando todos pensaban que preferiría espadas o pistolas, como era habitual en la época, el vizconde se presenta al encuentro armado con dos resistentes palos. El marqués, por supuesto, no sabía cómo manejar semejante arma.

Y así, cuando comenzó la sesión de puñetazos, el Vizconde, experto en el arte del juego de palo, tradicional en esta región, venció a su rival. Entre risas ante el suceso, los asistentes no pudieron contenerse y gritaron, a coro: “Viva la Justicia de Fafe”.