El monasterio de San Martiño de Xuvia se sitúa en un enclave privilegiado del término municipal naronés. En la parroquia de O Couto, a escasos metros de la ría, el cenobio, actualmente propiedad de la diócesis de Mondoñedo-Ferrol, es uno de los principales reclamos turísticos de la ciudad.
Diversos estudios sitúan en el siglo IX la fecha de construcción de este monasterio, si bien coinciden en subrayar que la época de su máximo esplendor la alcanzó con su incorporación a la Orden de Cluny, en el siglo XII, tras una donación de la familia Traba. Anteriormente, en la Edad Media, los monjes benedictinos se hicieron cargo tanto de la iglesia como de la casa rectoral. Hasta la desamortización de Mendizábal, que comenzó en España en el siglo XVIII, el cenobio se incorporó como priorato al monasterio de San Salvador de Lourenzá (Lugo).
La construcción conserva la iglesia románica de los siglos XII y XIII, si bien con el paso de los años se realizaron algunas tareas a favor de su conservación. La planta basilical del templo tiene tres naves de cinco tramos con arcos de medio punto peraltados y los capiteles esculpidos sobre pilares de grandes columnas separan la nave principal de la construcción. En su interior se conservan varios sepulcros de la época medieval, entre ellos lo del caballero Rodrigo Esquío, del siglo XV. En el exterior del monasterio destacan tres ábsides con ventanas de medio punto y también su fachada principal, que fue objeto de varias reconstrucciones.
El Ministerio de Cultura declaró este monasterio, situado en plena ruta Xacobea del Camino Inglés, como monumento artístico nacional en el año 1972.
La intensa programación diseñada desde las áreas de Turismo y Cultura del Ayuntamiento de Narón incluye la convocatoria, durante el año, de visitas guiadas al cenobio y también de conciertos de cámara en el interior de la iglesia.