El Pazo de Tor es uno de los museos imprescindibles en una visita a nuestro ayuntamiento. El Pazo se encuentra en la parroquia de San Xoán de Tor, a 8 kilómetros de la ciudad del Cabe. Sus orígenes se remontan al siglo XIV y a la familia de los Garza, aunque la construcción del Pazo corresponde al último tercio del siglo XVIII, siendo el barroco y el neoclasicismo los estilos predominantes. En la actualidad, las instalaciones forman parte de la Red Museística Provincial, después de que la última hidalga de Lemos, María Paz Taboada de Andrés y Zúñiga lo legara a la Diputación Provincial. La condición para esta donación fue que se abriera gratuitamente a todos los monfortinos y visitantes y se mantuvieran, según lo establecido, el mobiliario, la distribución de los enseres y las obras artísticas.
En julio del 2006 el Pazo se abría al público como museo, después de una profunda restauración en la que se mantuvo intacta la estructura y distribución, y hoy es lugar obligado de visita para quienes les guste experimentar la vida de otra época. El Pazo es ejemplo “vivo” de las residencias señoriales gallegas del siglo XVIII, se trata, por lo tanto, de un museo etnográfico que nos transporta directamente a otro modo de vida. La última habitante, hasta su fallecimiento, en el 98, María Paz Taboada y Zúñiga, mantuvo el interior tal y como lo conoció y así lo legó.
Después de atravesar el patio y subir la escalera de piedra, accedemos al interior y ya siempre acompañará nuestro paso la historia. Se puede visitar, íntegramente, la práctica totalidad de las salas, la sala de armas; el salón norte, presidido por un retrato de María Paz Taboada y con una vitrina repleta de joyas antiguas, abanicos, relojes de bolsillo, pipas,… la sala de mediodía, la estancia más luminosa de la casa de cuyas paredes cuelgan tres grandes espejos; la sala de música con curiosos instrumentos como un claviórgano Longman and Broderip y un pianoforte Collard & Collard; el despacho del Pazo donde se encuentran algunos de los ejemplares más valiosos de la biblioteca del Pazo de Tor de casi 3000 volúmenes editados entre los siglos XVI y XX; el cuarto del obispo; el cuarto infantil; la capilla con un retablo rococó del último tercio del XVIII y, además de otras dependencias, no podía faltar la zona de servicio, con las estancias de los criados, cocheras, bodegas, cortes, tullas y caballerías.