Aunque el parque recibe el nombre genérico de Alameda, se compone de tres partes bien diferenciadas: el paseo de la Alameda, la carballeira («robledal») de Santa Susana y el paseo de la Herradura. La unidad así formada es, desde el siglo XIX, el más importante punto de referencia de los paseos y del ocio de los santiagueses, caracterizada por ser un espacio muy acogedor, una especie de salón natural.
Su ubicación privilegiada, bordeando una parte de la ciudad histórica, y con una magnífica perspectiva sobre su fachada oeste -la más monumental-, lo convirtió en el principal jardín urbano, destacado además por la variedad y porte de sus especies arbóreas y ornamentales, como el conjunto de robles, los espléndidos eucaliptos o la pérgola con vistas que componen los castaños de Indias en el paseo de la Herradura.
El paso del tiempo ha ido dejando huellas en su ordenación espacial, como se puede apreciar en el paseo central, con corredores para las distintas clases sociales del XIX; en el casi arco triunfal que da acceso al Paseo de los Leones, o en la disposición de parterres, fuentes y estanques. Y también en sus edificaciones decimonónicas, modernistas y actuales -capilla de Santa Susana, iglesia del Pilar, palomar, quiosco de la música, banco acústico, etc.-, en la abundancia y formas de sus estatuas y esculturas, y en su mobiliario, especialmente los bancos graníticos con artístico respaldo de fundición de la conocida fábrica gallega de Sargadelos.