El Parque Forestal, con una superficie de alrededor de cinco hectáreas, ofrece belleza y bienestar a quienes lo visitan, debido a la variedad de especies de flora -desde secuoyas, hasta tilos, plátanos y arces- y fauna, como perdices y cuervos. Situado en el corazón de la ciudad, en “comunión” con el río Tâmega, el Parque Forestal de Amarante es muy popular para el ocio, los deportes y el senderismo.

El inicio de su plantación se remonta a 1916, por iniciativa de António do Lago Cerqueira, teniendo como principal objetivo la forestación de las sierras de Marão y Meia Via. Posteriormente, con el incendio de 1985, en la Serra do Marão, miles de árboles volverían a abandonar los viveros del parque para ser repoblados.