Quinta dos Capuchinhos no es sólo una granja. Se trata del frondoso bosque, de inspiración clásica inglesa, que rodea la Quinta. Y así llegamos hasta el escudo, colocado a la entrada de la casa. Están los portales, la capilla, los jardines y las fuentes construidas en el siglo XVIII. Todo un conjunto, construido en la primera mitad del siglo XVIII por la familia Castro Pereira. Aquí también se encuentra desde 1958 el Seminario Seráfico de los Frailes Menores Capuchinos.
La gran escalera nos lleva a la casa, con forma de letra: L. Tiene líneas barrocas, techos de estuco y revestimientos de azulejos. La chimenea original todavía se puede encontrar en el comedor.
Para acceder a la Capilla, dedicada a Nuestra Señora Madre de los Hombres, hay que atravesar un muro hasta llegar a la puerta, coronada por un escudo. Hay un jardín del siglo XVIII y una fuente. Una suntuosa fuente, de sabor barroco, para descubrir al otro lado de la puerta. Se cree que la Capilla se construyó durante la construcción de la casa señorial.