Siendo uno de los edificios más antiguos de la ciudad de Braga, el Monasterio de Tibães tiene su origen a finales del siglo X y principios del XI, habiendo alcanzado gran notoriedad en 1110, momento de la concesión de las Cartas de Couto (donación de terreno a la Iglesia) por D. Henrique y D.ª Teresa, padres de D. Afonso Henriques, enterrados en la Catedral de Braga.
En 1567 se convirtió en la Casa Matriz de la Congregación de São Bento en Portugal, y la de Brasil en la primera mitad del siglo XVII.
Hoy en día, el Monasterio de Tibães comprende la Iglesia, la Puerta de la Sra. do Pilar, la Sala de Recibos, la Posada, la Librería, la Sala Capitular y el Claustro del Cementerio, pero en su época fue un auténtico centro de formación de arquitectos, talladores, doradores, imaginarios y escultores, muchos de ellos ellos participaron en la construcción de edificios erigidos en el siglo XVII.
La visita a este Monasterio es, pues, un viaje a través de la historia religiosa y arquitectónica de Portugal, siendo la iglesia del Monasterio considerada uno de los templos más grandiosos del país y uno de los mayores hitos del arte barroco en Portugal.