Esta denominación ocupa las tierras más al este de Galicia (A Rúa, O Barco, Petín…), en la cuenca de los ríos Sil, Xares y Bibei. Por su cercanía a la meseta, es un clima más seco que el resto de Galicia. Valdeorras goza de un clima mediterráneo-oceánico, con influencia atlántica, y una situación privilegiada, entre los 300 y los 700 metros de altitud, características ideales para la elaboración de vinos secos de primera calidad. Se aprecian dos vinos monovarietales: el más característico es el blanco de godello, de aromas afrutados, color amarillo, dorado o pajizo, y buena estructura en boca. En tintos destacan los elaborados con mencía, de intenso color púrpura, de retrogusto intenso y prolongado.

En esta comarca el río Sil nos acompaña durante algunos tramos de nuestro camino hasta penetrar en el corazón de Valdeorras, conduciéndonos hasta un profundo valle que va modelando a su paso. Valle acogedor, de tierra rojiza y arcillosa, tierra aurífera que las colonias romanas ahondaron siglos atrás para extraer ese metal tan preciado que es el oro y que hoy nos ofrece desde lo más profundo de sus entrañas, esas cuevas (“Covas”) en las que sus bodegas alcanzan la temperatura necesaria para el cuidado de sus vinos.

“As Covas” también son famosas por las diferentes fiestas y rutas entorno a ellas. Donde es posible degustar un buen vino y conocer la gastronomía local.

Aquí la pizarra es la protagonista del territorio humanizado que, tanto en los muros como en los tejados, acerca al paisaje un contraste cromático y legendario.

Tierra de cultura milenaria, cruzada al este por la Vía Nova, calzada romana Via XVIII que comunicaba Astorga con Braga.  Un territorio que constituyo durante el imperio Romano un centro importante de explotación de oro; actividad que combinaron con la plantación de cepas de uva y mismo con la construcción de lagares.

Ruta del Vino de Valdeorras:  El vino es la excusa perfecta para recorrer un territorio rural!

Valdeorras atesora un patrimonio arquitectónico y etnográfico único en Galicia, barrios de cuevas para conservar vino que pueden encontrarse en casi todas las aldeas situadas a media ladera, a ambas márgenes del río Sil. Estas cuevas, de las que se han contabilizado más de mil en toda la comarca, se usaron durante décadas para elaborar y conservar el vino, protegiéndolo de los fuertes contrastes de temperatura de este territorio que ejerce como frontera climática de Galicia.

La cantidad y diversidad de cuevas, construidas según la zona en arcilla, granito o pizarra, las convierten en un gran valor arquitectónico y cultural, al que se añade el profundo valor social de unos espacios que aún hoy se mantienen mayoritariamente en el ámbito privado y familiar. Transmitidas de generación en generación, es difícil fechar su construcción, si bien hay cuevas que son aprovechadas de antiguas explotaciones auríferas romanas.

Visitar una cueva

Hoy en día, muchas de las bodegas de Valdeorras disponen de una cueva que destinan a visitas o a la celebración de eventos. Dentro de la Ruta del Vino de Valdeorras disponen de cueva visitable: Bodegas Godeval, Bodega Roandi, A Coroa, Adega Melillas, Alán de Val, Joaquín Rebolledo, Adega da Pinguela y Cova da Xabreira, esta última con servicio de restauración.