La institución de la “Feira dos Vinte” se remonta al año 1704, año en el que D. Pedro II, atendiendo a una petición del pueblo de Vila do Conde, expidió una licencia real instituyendo la Feira Franca de Santo Amaro, que se realiza los días 20 de cada mes. La “Feira Grande de Janeiro” o “Feira dos Vinte” se convierte así en una feria secular y de gran tradición que, junto con la feria del 3 de agosto, constituyeron las dos ferias francas de Vila do Conde.

A las ferias acudían agricultores, jóvenes de las parroquias vecinas, con sus trajes de fiesta, así como comerciantes de lugares más lejanos, donde, además de bromas comerciales, también se intercambiaban miradas y palabras coquetas… Con el tiempo, las ferias fueron perdiendo algo de esplendor, sin embargo, se mantendría su carácter socializador, ya que era un lugar privilegiado para hacer “conocidos”, donde las conversaciones transcurrían muchas veces en rima y donde las chicas contaban los chicos con los que habían coqueteado, lo que acabó creando el nombre de “Feira dos Valentinos”. Las cucharas de madera eran el “medio de transporte” de los apasionados mensajes que el chico ofrecía a la chica que más le gustaba y que, en un pasado no muy lejano, eran pretexto para iniciar noviazgos y aventuras amorosas.

En tiempos más recientes, los estudiantes mantuvieron la tradición comprando y posteriormente ofreciendo una cuchara de madera, con letras cariñosas, a sus favoritas. Ya pasaron lo tiempos en los que se pedía el amor en verso, pero los alumnos de las escuelas municipales, cada año, recrean esta tradición y, dando rienda suelta a su imaginación, decoran y “transforman” modestas cucharas de madera en pequeñas obras de arte, que luego se venden en la Feira Grande de Janeiro.