El penúltimo domingo de agosto, Meira revive uno de los oficios más tradicionales del campo gallego: la malla. Durante la jornada se pone en funcionamiento una antigua máquina que separa la simiente del cereal de trigo de su paja, al tiempo que un grupo de personas de la localidad hacen las “medas” o montones de paja. Esta recreación se acompaña actualmente con música tradicional y una comida popular.