La iglesia de San Víctor se construyó sobre las ruinas de una iglesia anterior y fue encargada por el arzobispo de Braga, Luís de Sousa (1677-1690). Su fecha de construcción es 1686, pero fue consagrada por el arzobispo João de Sousa (1696-1703).

D. Luís de Sousa situó la iglesia en una posición dominante, sobre una pequeña elevación alterada artificialmente, que recuerda a los santuarios de la época. Para diseñar la iglesia, contó con la ayuda del célebre Miguel Lescol, ingeniero militar francés, de los maestros albañiles Pascoal Fernandes y Estêvão Moreira y del tallista Domingos Lopes para realizar el retablo; y del pintor de azulejos más importante del país en aquella época, el español Gabriel del Barco y Minusca. En el proyecto que elaboró para la iglesia de São Victor, Lescol se dejó seducir por un nuevo lenguaje artístico, el barroco.