El Puente Medieval de Barcelos es una impresionante construcción gótica de piedra, construida a principios del siglo XIV, entre 1325 y 1330, por orden del Conde D. Pedro. Este puente fue creado con el propósito de establecer una conexión crucial entre las localidades de Barcelos y Barcelinhos. Desde su construcción, el puente se ha convertido en un punto de paso vital para los peregrinos que recorren el Camino Portugués hacia Santiago, además de servir como lugar estratégico para las grandes ferias que se celebran en Barcelos desde la Edad Media.

Una de las características destacables del puente es su estructura de cinco arcos, siendo el arco central más alto que el resto, rasgo arquitectónico distintivo de la época.

En reconocimiento a su importancia histórica y arquitectónica, el Puente Medieval de Barcelos fue clasificado como Monumento Nacional en 1910.