Es un proyecto del renombrado arquitecto Eduardo Souto de Moura y ha sido reconocido nacional e internacionalmente. Con un paisaje que fusiona una antigua cantera y un valle, es una referencia para los amantes de la arquitectura.

El Estadio Municipal de Braga es una de las obras más emblemáticas de la arquitectura y la ingeniería vinculadas al deporte. Construido para la Eurocopa 2004, en la que albergó dos partidos de la fase de grupos, es uno de los estadios con mayor impacto en el fútbol nacional e internacional. Construido en una antigua cantera y con un entorno sencillamente pintoresco, su característica más distintiva es que sólo tiene dos gradas. Esto significa que todos los espectadores pueden contemplar el espectáculo deportivo desde una posición privilegiada. La cubierta del estadio, que resultó ser el mayor reto de todo el proyecto, está inspirada en los puentes construidos por la civilización Inca en Perú y está unida por cables de acero separados 3,75 metros entre sí. Otra particularidad es que hay dos niveles bajo el terreno de juego. En un nivel, los espectadores pueden desplazarse entre las gradas, mientras que en el otro hay un aparcamiento subterráneo. En 2011, el arquitecto Eduardo Souto de Moura fue galardonado con el Premio Pritzker, el mayor honor arquitectónico del mundo. El premio se entregó en Washington (EE.UU.) en una ceremonia en la que el estadio fue destacado por el jurado y elogiado por el entonces Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama.