Escrita entre 1974 y 1976, Música para 18 músicos es una de las obras más emblemáticas y conocidas del repertorio de Steve Reich. A lo largo de más de una hora, un gran arco sonoro con 11 secciones continuas crea una atmósfera hipnótica, una especie de trance en el que cuerpo y mente se funden en una experiencia sensorial única. Alejándose de los modelos que marcaron el inicio de su carrera, Reich utilizó instrumentos que nunca antes había empleado, como clarinetes y cuerdas. Agrupó cíclicamente varios acordes (11, uno principal en cada sección) con una gran transformación y superpuso dos corrientes temporales distintas: el tiempo regular que marca la pulsación y la ritmicidad de la obra y el tiempo/duración de la respiración de las voces y los instrumentos de viento. La superposición y sucesión del ostinato crea una atmósfera encantadora en la que el sonido se acerca y se aleja del oyente. Este espectáculo, compuesto por un conjunto de músicos de Braga, forma parte del ciclo Contraponto, destacando su influencia y legado en la música contemporánea.